miércoles, 30 de septiembre de 2009

FRAGMENTO "CALIGRAFIA DEL DESENCUENTRO"



El texto que leeran a continuacion es un fragmento de la novela de gereno policiaco que me encuentro escribiendo actualmente en la maestria de escrituras creativas. Deseos compartirles un poco de esta a continuacion.


Mondragón apaga su grabadora el ring ring ring del repicar telefónico es el motivo para parar, sobre todo a esas horas de la madrugada, en donde cualquier ser con cinco dedos de frente no llamaría a menos que fuese realmente importante.

- ¿Mondragón?-

- No, santa teresa de Calcuta, Gómez- Siempre le irritaron las preguntas y respuestas estúpidas. A veces la lengua se convertía en un músculo innecesario más allá de la práctica del Cunnilingus, pero era consciente que la motricidad manual y sexual de algunos especímenes no eran parte de los dones dados por Dios.

- Tenías razón, lo mato.
- ¿El boyaco errante?
- Afirmativo, los de reconocimiento están en la institución.
- ¿Los de reconocimiento?
- Si, el muy hijueputa los tiene jugando a encontrar pistas por todo el lugar ya tienen la cabeza y una mano, estas han permitido identificarlo, pero seguimos buscando el resto.
- ¿Desmembración?
- Si
- Muy lógico- Pensó para si. Ya empezaba a conocer a su presa. Este último crimen lo delató por completo.
- ¿Lógico?
- voy para allá, espérame, no dejes que te saquen ok?- Sin más colgó.

No le tomó mucho tiempo alistarse. Era de las pocas personas que cuando trabajaba su horario laboral se extendía hasta la vida misma. El más cercano encuentro con Morfeo fue dado por estados de vigilia.

Con las llaves en la mano cerró las siete cerraduras de la puerta de entrada asegurando sus bienes materiales e intelectuales, para dejar el apartamento en donde había vivido los últimos trece años.

Unos cuantos pasos la acercaron a Pipolo, un vehículo de color negro de los pocos viejos recuerdos que conservaba de la universidad. Ya adentro, cómoda, plácida con la oscuridad de la madrugada en progreso, encendió el auto y con este la melodía había dado comienzo Because you're sweet and lovely girl I love you Se dejó llevar por la tranquilidad de la velocidad en primera. El frío le congelaba los huesos, seguía de manera casi instintivita la música i want you at the moment I feel blue. Tres pitazos rompieron el silencio. Pasos apresurados. Bufido. Se abre una gran puerta. Sarta de maldiciones. Mirada de rencor. Se cierra una amplia reja. Vía libre hacia el hospital psiquiátrico San Juan Apóstol. You looked at me that's all you had to do.

- Because you're sweet and lovely girl I love you, because you're sweet and lovely girl it's true- canta, mientras los dedos blanquecinos, se deslizan a tientas varias veces por la cabrilla de cuero de un tono acaramelado que lúbrico le recuerda viejas caricias.

- ¡Manuela!-

Un largo suspiro le permite percatarse del olor a bergamota, orquídeas y canela que estropeado por los años, aun guarda el aroma de su sexo.

Bajo una oleada de calor, llegan los húmedos recuerdos que pensó olvidados.

– Manuela- Repitió de nuevo en voz muy baja.

A sus labios asomó el delicado sabor de los pezones suaves, duros, cálidos y erguidos que en noches de antaño la habían hecho estremecer. Is this love that I'm feeling Is this the love that I've been searching for. Una extraña sensación de desasosiego la hizo bajar el vidrio de la ventana. Su pecho se movía de manera irregular, las venas palpitaban raudas en medio de las pierna I can't stop the feeling. El dulzor de aquellos labios semi abiertos, vírgenes, sonrosados, hirvientes, lúbricos, goteantes de miel trasparente que tímida, recorre el camino para desembocar en el rose de un beso negro.

En la boca una batalla se libra. Los labios hinchados tan sólo esperan el momento adecuado para atacar el minúsculo clítoris que brilloso deja entrever su excitación proporcionando un maravilloso color carmesí que hace juego con el mínimo vello blondo que protege la vulva palpitante en donde poco a poco a insertado los dedos para hacerla gozar antes de ese gran beso que la llevara a la euforia. Is this love or am I dreaming

Un golpe sordo en el chasis la trae de vuelta a la realidad. Habrá sido algún animal cegado por las luces que ha caído bajo las ruedas del verdugo de acero.

Nerviosa mira al frente y a lo lejos nada, la penumbra le informa que yace lejos de los límites urbanos y se adentra en la oscuridad. En un respiro profundo que lleva el aire hasta las entrañas, los sostiene y lo bota en cuatro tiempos, se percata que está por llegar.

El camino dispar le agita los óvulos aun sin fecundar. Baja la velocidad. Apaga la radio. Detiene el auto. Abre la puerta. Se baja del vehículo y en la oscuridad se deja caer. Varios sonidos de tono fuerte y desgarrador permite escapar una masa pestilente, cálida y ácida procedente de su estomago que afanosa recorre la garganta hasta ser expulsada por la boca. Tras breves descansos retoma la tarea hasta quedar seca, amarga y doliente.

-Definitivamente, hoy ha sido un mal día para recordarla- piensa, mientras con dificultad gatea hasta el calor expedido por el auto. A tientas encuentra la puerta, se reincorpora. La abre y entra. Ya en el interior se percata de su miedo, el terror le aminora los latidos, la frialdad le ha congelado la sangre. En algún momento las exploradoras se apagaron. No se encuentra sola -¿Es su respiración tan fuerte?- Se pregunta, con el vaho tras la nuca teme a su nueva compañía.

-El revolver, el revolver de la guantera, tómalo- Le ha dicho Manuela. Sin respuesta, pegada al asiento retoma de nuevo el instante. La noche, el frío, dos hombres, tres tiros una mujer y un cadáver.