sábado, 18 de abril de 2009

FEBO SE MUERE DE HAMBRE Y LAS MUSAS SON BAILARINAS EXOTICAS: REFLEXION SOBRE LA LABOR DE ESCRIBIR


No era muy tarde, las manecillas del reloj se acercaban a las diez de la noche. Iba un poco retrasada y el ring ring del celular me comenzaba a dar dolor de cabeza.

El carro se detuvo ante el semáforo, a mi derecha un aviso fluorescente exaltaba “Olimpo” una de las tantas whisquerias concentradas a lo largo de la avenida Caracas. De pronto y para mi sorpresa las vi saliendo en grupos de tres Caliope, Clío, Erato fueron las primeras; Euterpe, Melpómene, Polimnia siguieron y ya lentas, cabizbajas y tristes, como si la noche hubiese sido nefasta descendieron Talía, Terpsícore y Urania. Las nueve musas dirigieron sus miradas en dirección mía, me habían descubierto observándolas, era de suponer son seres divinos. Tarde para huir.

El semáforo no cambiaba y no lo puedo negar, la curiosidad por mi descubrimiento me carcomía las entrañas ¿Qué hacían en ese sitio? ¿A donde irían? Los cuestionamientos se arremolinaban en la cabeza y el corazón latía cada vez más fuerte. Pero el tiempo se congeló luego de bajar la ventana y escuchar de boca de una de ellas:
- Apolo se muere de hambre

- ¿Cómo era posible esto? - Me preguntaba mentalmente, mientras Euterpe me guiaba a la pocilga en donde se encontraba Febo, el padre de las artes.

- un momento, él muere de hambre - pense- ¿Donde diablos encontraré néctar de ambrosia, o leche y miel? – me descubri diciendo en voz alta. ya el oxígeno había llegado al cerebro.

-No es por alimento que Apolo muere, apurémonos, entre más pronto lleguemos podrás entender- Agrego Terpsícore sin expresión alguna.

Callada, meditabunda y guiándome por el laberinto al que ellas me llevaban, llegamos al lugar más miserable y antiestético del mundo; Allí en esa porqueriza se encontraba el Dios al que muchas noches rogué su auxilio para que llegara a mi la inspiración, con el fin de terminar con el suplicio de la página en blanco. Luego de subir un par de escaleras y atravesar algunas viejas puertas, tirado, medio sucio, con la ropa raída, flaco, ojeroso, cansado y sin ilusiones lo encontré. Aun su apariencia guardaba lejanamente aquella belleza y virilidad de la época clásica.

- ¿Vino?- Me ofreció amablemente en unas tacitas pequeñas, mientras Talía acomodaba algunos cojines para que me sentara.

- Si, gracias- Acepte, aunque normalmente no bebo.

- Es bueno, del mejor, me lo ha regalado Baco. Él es rico, los tiempos modernos lo han sacado del Olimpo y ahora tiene un emporio internacional de licores. Como puedes observar me encuentro bien abastecido- Dijo con cierta sorna, mientras mostraba las cajas con botellas llenas de este liquido y otras tantas ya vacías.

- ¿Y la familia?- Fue lo único que se me ocurrió decir, de hecho son de esas preguntas cliché que se hacen cuando aun no hemos podido romper el hielo. Pero en este caso no había sido la más precisa. Apolo termino una botella de vino tinto que había comenzado, se tomo su tiempo y contesto:

-La familia bien, papá Zeus se siente algo viejo y desde el siglo pasado sufre de dermatitis causada por los efectos de la contaminación ambiental. Hera su esposa, esta de atar debido a la destrucción de la capa de ozono y su repercusión en el cambio del ambiente evidenciados en el resecamiento de los ríos y la erosión terrestre que la ha afectado en su esteticidad, debido a que ahora esta más vieja y fea y los de Green Peace y las hormonas que ingiere no han servido mucho a su apariencia, sin contar que está en proceso de divorcio de papá. Afrodita dejo sus aventuras con Ares desde el siglo XVI porque no le dedicaba el tiempo suficiente, hubo varios intentos de reconciliación pero las guerras de los siglos XIX y XX lo frustraron, además de los rumores que se desataron que entre Ares y Palas Atenea tenían algo. Por esto él sigue en el campo de batalla y Venus ahora yace en el hogar con su esposo Efestos, que por cierto ya no es feo ni cojo porque le practicaron un Extreme make over y quedo irreconociblemente bello- paro y abrió otra botella mientras con un trinche acercaba a la boca un pedazo de queso de cabra.
- ¿y tu?- me envalentone a preguntar

- A mi y a las musas nos expulsaron del Olimpo por ociosos- empinó la botella con gran sed.

- ¿Ociosos?-

- si, en el Olimpo no tenemos razón de ser, de hecho he pensado en suicidarme. Pero en esta época ya ni el arte del suicidio tiene merito, por ello me estoy dejando morir de hambre. Vino y queso no alimentan el alma ni el intelecto, tan sólo el estomago y eso- me respondió, al tomar otro trozo.

Pero ¿por qué?- no entendía lo que mis oídos estaban oyendo.

- Casandra me lo predijo pero yo no le creí- sonrio con cierta ironia- Tan sólo después del romanticismo vi sus primeros atisbos. Pero ahora la verdad está ante mis ojos inminente, ya no soy el padre de nada y mis musas no inspiran a grandes poetas o escritores, tan sólo a unos cuantos mortales borrachos que asiduamente van al bar “ Olimpo” situado en la calle sesenta con caracas. En donde muestran sus artes por algunos pesos… ¡Me estoy muriendo !- dijo tristemente-

Lo miré, me acerqué, me miró y como un simple humano lloró.

- mi inmortalidad corre riesgo. Por ello te he oído, me he podido regocijar en tus súplicas y las chicas – dirigiéndose a Caliope, Clío, Melpómene y Talía - aseguran que tienes la “Esencia”. Me han dicho que nos evocas, que crees en nosotros, que sabes que el arte no se aprende, ni se hereda, sino que es innato, por ello has llegado hasta aquí y he decidido hablarte- dijo antes de acomodarse y retirar del todo la comida y la bebida.

Desde que la humanidad tiene memoria los he inspirado enseñándoles el justo gobierno así lo hicieron Licurgo, Solón, Pericles y por medio de mis musas el arte. Caliope inspiro a homero Virgilio y Demóstenes; Clío inspiro a Heródoto, Tucídides y Jenofonte; Erato lo hizo con Píndaro; Melpómene a Esquilo, Eurípides y Sófocles; Aristófanes fue inspirado por Talía y Polimnia. Pero luego, Los hombres se hicieron fuertes y ambiciosos, dotados de conocimientos y ávidos a la vez de estos y al creer que los dioses éramos un obstáculo hacia la meta decidieron fingir que no estábamos y poco a poco nos fueron olvidando, al menos eso creían pero mi padre, yo y todos los demás los observábamos felices desde el Olimpo.- decía con añoranza –

- Extrañas esas épocas supongo?

- La verdad fueron divertidas, nos disfrazábamos los cuerpos con diferentes ropajes, la piel nos cambiaba de color según el país, las ofrendas eran siempre diferentes y lo más gracioso era que aunque decían que no existíamos seguían venerándonos a través de la magia y la literatura oral.
De esta manera vimos como transcurrían los tiempos y como los hombres iban cambiando y con ellos su entorno- de pronto se paro y comenzó a caminar-Creí que el arte y lo artístico perduraría-

- No es en pasado Febo, el arte existe y todo gracias a ti y a tus musas, no se porque ustedes están en una perspectiva trágica si debiesen ser felices en esta explosión de creación y originalidad?- dije de manera entusiasta. Apolo me miro fríamente, con rabia, de la manera en la que uno mira a quien esta muy lejos de su corazón y cerca del odio.

- A veces, cuando no estoy borracho salgo de está pocilga, no vestiré de frac pero aun guardo la ropa formal de las reuniones a las que asistí en la época del boom editorial, me quedan bien al menos paso desapercibido; soy un intelectual más de los que por este tiempo aburren y abundan. Mientras pasa el día visito librerías y bibliotecas y me convenzo cada vez más, que mi mejor destino sería el suicidio.

- Ya me canse ¿No entiendo?- Dije mientras me paraba exasperada por la conversacion y las constantes quejas.

- El arte es innato, aquellos que lo poseen tienen un don, un talento, un privilegio, una esencia que los diferencia de todos los demás. El arte no se aprende, no se enseña, no se escribe, no hay manuales, ni talleres, ni diplomados, ni formulas mágicas. No es una cosa que se moldea a placer y se da a diestra y siniestra. El arte es un regalo divino que yo le doy a quien lo pueda utilizar, el arte es belleza, es emblema, exaltación, prodigio y a su vez cada rama de este, lo circunda en existencia- suspiró de manera profunda.

Lo miro por un instante y sólo me atrevo a decir una cita de Emerson que leí algún día que pensé lo mismo - La musa, atónita, descubre que tiene miles de su lado-. Febo, créeme que te entiendo, pero la perspectiva de los tiempos ya no es la misma-le dije-.

- Yo más que nadie lo se- dijo un tanto disgustado.

- En la época clásica el arte era inspirado por las divinidades, pero eso también se debía a que el concepto de conocimiento era permitido para unos pocos es decir los dioses. Los seres humanos eran simples borregos adoradores, pero sólo Prometeo se apiado de nosotros y en su gran bondad nos transmitió el conocimiento y Zeus irritado por el progreso humano no le basto con encadenarlo en las rocas del Cáucaso, para que unos buitres les royeran sin cesar las entrañas, también nos mando la caja de Pandora. Tu sabes que no miento Hesiodo lo cuenta en la Teogonía y no sólo es ese ejemplo, existen más; Adán y Eva fueron expulsados del paraíso por comer del la fruta prohibida la del árbol del conocimiento, se lee en la Biblia cristiana- dije.

- No estamos hablando del conocimiento, estamos hablando del arte, pero tus ejemplos me han dado una idea un poco más particular que el arte como tópico general. Tal vez me entiendas si coloco la temática desde un punto más cercano. Hablemos de la practica de la escritura o el escribir que a la final es tu campo, entonces dime según tu conocimiento es posible enseñar a escribir? - guardó silencio esperando mi respuesta que tardo varios minutos debido a dos visiones opuestas que logre establecer.

- Pues bien, tengo dos ideas. La primera de ellas es el no rotundo, no se puede enseñar a escribir, blasfemo seria decir lo contrario. El escribir está dispuesto sólo para unos cuantos. Pero como ave de rapiña llego ante mí la segunda visión, si se puede aprender a escribir de hecho lo ha visto mi experiencia en talleres de poesía, narrativa y novela a los que he tenido el gran placer de asistir.

- ¿Dudas?-

- si, dudo. No se como ni porque lo hago, pero dos espadas filosas transpasan mi alma y estas son contradictorias.

- ¿Puedo saber cuales son?- dijo de manera cortes, casi fraternal, como si realmente me tuviera lástima.

- te he defraudado, tal vez no soy con la que deberías hablar. Me he convertido en simplemente en una sombra- lo dije tristemente alistando mis cosas para irme a casa.

- Espera no te vayas, ya somos dos. No seas tan dura contigo misma y de paso no me deprimas más, busco una voz de auxilio. Si quisiera una desmotivante llamaría a Hera. Además, el convivir con ustedes los mortales ha sido bueno, me he vuelto buen escucha, no critico eso, es un punto a mi favor. No te vayas hablemos, al menos podremos jugar a arreglar el mundo escrito, eso ya es algo.

- A tu pregunta respondo de manera ilógica y sin razón. sÍ se puede aprender a escribir, si esta práctica encierra lo motor, la redacción y la creatividad- dije escuetamente.

- Acepto tu opinión pero me pregunto ¿de que manera Shakespeare, Lord Byron, Arthur Conan Doyle, Herman Melville, Marguerita Yourcenar, Franz Kafka y otros tantos, aprendieron a escribir sin talleres y diplomados, como los existentes en la actualidad? De hecho interrogo ¿cuantos de todos aquellos que toman dichos cursillos de creación literaria, redacción y demás llegaran a parecerse a Joyce o William Faulkner?

-Tal vez ninguno, porque aquí la cuestión que encierra el problema está alejada de toda perspectiva. Cuando hablaba de la enseñanza y el aprendizaje de la escritura me refería a hecho de escribir, relatar, narrar, pero no a la idea de que tener un buen escribir signifique poseer talento. Es esta la gran diferencia entre el que escribe y aquel que sabe escribir y tan cierto como esto, es la existencia de los talleres, diplomados y demás medios de capacitación en el área de imaginación y creación escrita- literaria.

- Entonces según tú lo que hace a la escritura es el talento ¿No es cierto?- preguntó.

- Si, efectivamente- respondí.

- hmmm. . .entonces, se puede enseñar a escribir aunque no tengas talento. ¿Cierto? – insinuó.

- Si, de hecho es así, lo he visto en los talleres de escritura, en los manuales de redacción, en allegados y en la mayoría de habitantes de este mundo, que por terapia, locura, ocio o tontería escriben.

- Entiendo y si estás tan segura de esto ¿Por qué se han despertado en ti dos espadas filosas si todo es así de claro? No comprendo tu duda – dijo de manera pensativa.

- Es difícil verlo de está manera. Sería mucho más cómodo decir que no es posible aprender a escribir y que la práctica esta destinada a unos cuantos, los “iluminados”, sobre todo si eres tú quien cree pertenecer a ese grupo ¿Por qué?, fácil, es un consuelo de tontos si prácticas este arte.

- ¿Cual de las dos artes?- preguntó divertido

- Ambas el creerte escritor y el consuelo de tontos – agregue con cierta sonrisa sarcástica.

- ¿Y en cual estas tú?

- En ambas pienso- Conteste mientras me servia un poco de vino rojo. Siempre he pensado que la sinceridad con licor brota.

- Explícame, hoy estoy ávido de conocimiento.

- Pues bien Apolo, como ya has de saber soy literata de profesión. He leído a los grandes y si por mis conocimientos de literatura tuviera que hablar, te diría que la escritura es un talento, un don con el que naces y que a lo largo de la vida se desarrolla a la par de la persona.

- Aja prosigue.

-Pero esta respuesta, no es del todo cierta.

- ¿Por qué lo dices, Adri?

- Bueno, todo literato es amante de las letras y por ello es raro encontrar uno que no escriba, casi todos son escritores empedernidos sean ensayistas, cuentistas, novelistas, poetas o en el peor de los casos críticos literarios. Pero el máximo común denominador de este grupo es la escritura y la idea de ser un conjunto de seres privilegiados entre tanto mortal obsoleto. Este don que se nos ha regalado, nos coloca en un espacio abismal que sólo Válery, Baudelaire, Balzac, Keats o Nerval se han ganado y que algún día en esta vida o la siguiente si existe, haremos parte de ese grupo.

- Interesante punto de vista.

- Entonces Febo, con esta manera de pensar en que nosotros los escritores pertenecemos o somos allegados a un Rimbaud, Maupassant, o a un Poe; no es difícil afirmar que la escritura o el saber escribir tiene que ver con el talento innato, si con ello enfatizamos que nosotros lo poseemos porque nuestra narrativa es fluida, vivaz e impactante tanto como un comentario de Cóctel.

Si por el contrario, aseguráramos que el escribir no tiene nada que ver con el talento y que cualquiera lo puede hacer como lo afirman Jaime Jaramillo Escobar y Silvia Adela Kohan en dos entretenidos manuales titulados “ Método fácil y rápido para ser poeta” y “ La escritura como búsqueda: una guía para transformar los conflictos internos en material literario” estaríamos aceptando que al igual que Cristina Geithner, Isabela Santodomingo y el de sin tetas no hay paraíso somos personas sin talento y eso es difícil para un literato y peor para el que escribe y aun más terrible, si este ya ha salido del closet y se hace llamar escritor, porque tiene muchos libros vendidos, exhibidos en estantes o la crítica no le ha favorecido y escribe su gran novela mientras se muere de frío y de hambre en una oscura pocilga de una ciudad anónima.

- No me has respondido y tu?- dijo sagaz.-

- Digamos que aun no me decidido si tengo o no talento, estoy en la búsqueda- conteste de manera cortante.

- Bueno, entonces según tu parecer si se puede enseñar a escribir si con esto se refiere al simple cumplimiento, oficio o pasatiempo. ¿No es así?

- evidentemente.

- ¿Cualquiera puede ser un escritor entonces?. Por lo que dices lo asumo y nos complace ¿No es cierto chicas? – Las musas estaban entretenidas con nuestra conversación y parecían animadas, algunas ya hablaban de romper sus alcancías y entrar a estudiar en la universidad.

La tristeza se había borrado de sus rostros, de hecho Apolo había recobrado su belleza original y aunque personalmente los rubios de ojos claros me parecen desabridos, insulsos y sin ninguna gracia, él no estaba del todo mal.

- Si, si, síguenos explicando, abres para nosotros nuevas perspectivas- Dijeron casi al unísono.

- En eso si te equivocas, no a todos se les puede llamar escritores o poetas, esta titulación la llevan algunos pocos. Dije.

- Ahora si que no entiendo ¿Cómo así? Cualquiera puede escribir sea con o sin talento, pero no todos se llaman escritores?, explícame porque ya me perdí.

- Así es, este tema es un poco extenso y difícil de explicar- dije con el fin de dejar para otro día el recorrido histórico.

- Yo tengo todo el tiempo del mundo, recuerda soy un inmortal – me dijo mientras Clío le acercaba más cojines y este asumía una posición confortable dispuesta a escuchar.

- Yo no lo tengo, de hecho hace horas debí llegar a casa- dije angustiada, pensaba en mi madre y sus problemas de tensión alta.

- ¡Ups! Lo olvide en mi morada no trascurre el tiempo, para el exterior aun siguen faltando pocos minutos antes de las diez, como vez Adriana aunque a punto de la muerte, aun soy muy recursivo.

- Eso veo- conteste de manera apática.- Pues bien y amanera aclaratoria escritor viene del latín Scriptor- oris, se relaciona con secretario, copista, escritor, autor y redactor.

- Ya lo sabemos, no olvides que las musas y yo somos muy viejos estamos desde casi el principio de los tiempos- expreso de manera impaciente.

- OK, perdón. Bueno como escritor posee varios significados con los cuales también se podía relacionar la escritura a manera de escritura como práctica comunicativa del lenguaje, como estructura de un pensamiento y como el pensamiento mismo desde una visión artística. Es de este modo como escritor- escritura desde el comienzo de los tiempos estuvieron relacionados, pero está correspondencia fue establecida bajo las connotaciones dadas en esas épocas regularmente primitivas, es por esta razón que aun en la actualidad se confundan y den pie a estos errores. Como bien saben en la antigüedad los autores no se les consideraba escritores debido a que sus obras eran transmitidas por los dioses mediante la inspiración de las musas que seducían a los poetas quienes escribían las obras, por tanto no se consideraba que fueran de su autoría. Si se puede decir, el poeta más que un escritor se convertía en un copista.

Al recaer las creencias politeístas y dejar la Poiesis a manos del conocimiento y lejos de las fantasmagorías mitológicas el hombre la impregno de todo su talento pero aun guardando un cierto temor para con las divinidades. Sólo hasta el renacimiento se comenzaron a firmar los escritos como propios. Roland Barthes en su libro “variaciones sobre la escritura nos narra como por medio de la firma la escritura, se establece una identidad sobre la obra.(Pág. 118. Roland Barthes, Variaciones sobre la escritura. Ediciones Paidos Ibérica. Buenos aires. 2002).

Ya entrada la época de la burguesía y haciendo énfasis en la propiedad del texto se origina el escritor como tal, es decir aquel que escribe libros de autoría personal y con el nace a su vez el escribiente o transcriptor. Aunque para nuestro tiempo la escritura sea una práctica muy común, para la de aquel momento no lo era tanto, de hecho sólo los burgueses, la corte y los reyes poseían estas herramientas, al pueblo no se les instruía porque era más ventajoso arriar ovejas. Por ello aquellos que no pertenecieran a los círculos sociales relacionados con lo artístico, debían al menos poseer un transcriptor o escribiente, para valga la redundancia escribiese sus obras. Ya para el romanticismo, el escritor era dueño de su lenguaje, estilo y obra, a si mismo de la titulación de escritor. Pero es sólo hace poco tiempo, que el corrector de estilo es una ayuda necesaria para el “Iluminado por Febo” que ya sea por tiempo, compromisos sociales, pereza u otra excusa no puede corregir sus propios textos.

- Veo, entonces el escritor es aquel que escribe sus propias obras.

- Si- asentí.

- Es decir que el escritor puede ser cualquiera como por ejemplo una Corin Tellado o un Jim Britt.

- Pues si, cualquiera que escriba una obra producto de su intelecto se le llama escritor, técnicamente.

- ¿Cómo así?- Pregunto intrigado.

- Bueno todos son escritores técnicamente bajo la connotación de su significado. Pero en el ambiente académico propiamente humanístico y de las ciencias sociales en general, es escritor aquel que posee ese don para escribir, los otros, son remedos o aprendices de escritor y en su defecto de poetas.

- Supongo que ese mismo tecnicismo sucede en la literatura, por aquello de literatura médica.

- La verdad sÍ, existe aun algunos torpes mentales que asocian literatura con bibliografía. – Digo de manera casi pícara.

- nos has abierto varias puertas en torno a la escritura y te lo agradecemos, pero si te preguntara ahora mismo con cuatro copas de vino tinto ingeridas hasta el momento el escritor nace o se hace, ¿Qué me dirías?-

- Apolo, Apolo, Apolito me interrogas o quieres verme borracha?- dejo salir una amplia carcajada- Ahora mismo te digo que el escritor nace no se hace. Pero existen ciertas influencias que pueden tender a que esta habilidad se desarrolle en unos más que en otros.

- ¿Como por ejemplo? – Pregunto de manera juguetona.

- existen varias herramientas entre ellas están la edad, la lectura, el entorno, la creatividad que los chicos puedan experimentar.

- Amplía tu punto de vista por favor- Solicitó de manera cortes.

- Pues bien, la edad aunque parezca una idea ilógica influye en el proceso de escribir, debido a que el cerebro es virgen y se puede amoldar a todo tipo de prácticas creadoras sin el obstáculo del ejercicio encasillado normalmente por el prejuicio valorativo presentado por experiencias vividas. Es por esta razón que es más fácil que un niño explores la imaginación escrita y en un tiempo futuro sea un aprendiz de escritor. Que el hecho, que un anciano resulte serlo. La segunda herramienta corresponde a la lectura. Para el critico literario Harold Bloom, el leer es sumamente importante a la hora de crear juicios de conveniencia con respecto a los gustos y disgustos de los lectores asiduos (Pág. 8 Cómo leer y por qué. Bloom Harold, Editorial Anagrama, Barcelona 2002). Además que a esta práctica proporciona placidez debido a que no sólo es gratis, también deja un amplio conocimiento, que a mi modo de ver conducirá tu mente-espíritu por las sendas de la escritura como primer peldaño de iniciación. De igual manera Frank Smith refiriéndose a la lectura en niños y jóvenes afirma cito textualmente: “Todo cuanto un niño aprende acerca de la lectura le sirve para convertirse luego en un escribiente. Todo lo que aprende acerca de la escritura contribuye al desarrollo de su habilidad lectora y al aumentarla también lo hacen en la escrita” (Pág. 170. Para darle sentido a la lectura. Edición Visor, Madrid 1997). La tercera herramienta corresponde al entorno entiéndase familia, vecinos y demás personas y hechos circundantes. Es esta influencia de la que hacen parte los adultos mediante el ejemplo, la disciplina y la estimulación generada desde el vientre materno promediando entre los nueve a diez años según Gadamer en su teoría sobre las inteligencias múltiples, donde se propone actividades que despierten las habilidades del infante a través de diferentes actividades dirigidas a desarrollar ambos hemisferios, pero aun de esta forma el contacto con los cuentos en las noches y una que otra práctica lúdica puede permitir que el niño desarrolle más el hemisferio artístico o afectivo. La cuarta y última herramienta corresponde a la imaginación o creatividad en este aparte Giani Rodari en su “Gramática de la fantasía” plantea algunas pautas para facilitar que los niños adquiera esa accesibilidad a la expresión escrita y a si mismo ejerciten la imaginación. Él nos habla de varias técnicas que nos ayudaran en esta tarea algunas de ellas son que ocurriría si; El error creativo; transformando historias y ensalada de cuentos.

- Hmmm, interesante ¿explicaras algunas? o ¿cortaras el tema por lo mejor?- ya se había despertado un poco pero aun parecía medio cansado.

- Apolo, estoy cansada, a diferencia tuya yo soy una mortal- dije entre dientes con la esperanza de recibir respuesta, pero su silencio ensordecía mis oídos por ello continué con el interrogatorio.

El error creativo según Rodari parte de un Lapsus, por ejemplo: si al teclear a máquina un artículo, da la casualidad que escribí manzana en vez de Tanzania queda descubierto un nuevo país perfumado y silvestre: sería una pena tacharlo de los mapas más bien podríamos explorarlo como turistas de la fantasía. De la misma manera transformando historias busca retomar los cuentos tradicionales pero adaptándolos de maneras locas como lo haría Triunfo Arciniegas con caperucita roja y otros cuentos. La técnica de la ensalada de cuentos es esta precisamente, cito del texto:
“Caperucita se encuentra en el bosque a pulgarcito y a sus hermanos: su aventura se mezcla, tomando un nuevo camino que será, de algún modo, la diagonal de las dos fuerzas que actúan en el mismo punto”. (Págs. 54- 64. Rodari Iani. La gramática de la fantasía. Ediciones del Bronce. Barcelona, 1998).

- Muy ilustrativo entonces parece ser que en el futuro tendremos nuevos escritores del corte de Goethe, Swift, Defoe y otro que otro Hermann Hesse o ¿Me equivoco?- preguntó.

- No lo podría asegurar, en nuestra época la profesión de escritor decae día a día. La literatura se ha vuelto mediata y la gran preocupación de los autores no recae en la obra como tal sino en el angustioso acto de publicar con el fin de enriquecerse.

- así parece, yo he sido testigo de este fenómeno en mis largas travesías por librerías y bibliotecas- él asintió de manera conforme.

- Viéndolo desde este ángulo yo también estaría deprimida – le dije.

- Serás la única porque mis musas y yo tenemos planes. Antes de este día veíamos el futuro muy oscuro, pero ahora me siento como de quince y ellas – señalándolas – estas haciendo planes.

- que bien- respondí cansadamente como si sobre mi cuerpo hubiese retrocedido una tractomula.

- Si, definitivamente hay muchas oportunidades aquí, pararé de sufrir un futuro promisorio nos espera.

- ¿Un futuro promisorio? ¿Es enserio Apolo?- le dije riéndome a carcajadas.

- Claro que si, el problema no es el arte sino los escritores, mientras haya hombres con deseos y talento para escribir estaremos nosotros y en la actualidad hay muchos y aunque la tarea es ardua, nada se pierde con intentarlo.

- Estoy cansada, me voy me antes te quiero dar algo- Abro mi maleta y saco un texto de lomo negro titulado “El futuro de la imaginación” de Harold Bloom. – Ten, léelo es un regalo.

- Nos volveremos a ver Adriana? – pregunto él.

- Claro, lo más seguro martes y jueves salgo a las nueve y media y tomo la misma vía- lo dije de forma melancólica.

- Obvio, por el taller ¿No es cierto?.- Si por el taller – me quede algunos segundos meditando y luego atravesé las mismas puertas, baje las escaleras y me encontré en la calle y en frente mió un alto blanco desabrido e insulso rubio de ojos claros que pregunto:

- ¿Se puede enseñar a escribir?

- si se puede aprender pero la acción no te convierte en un buen escritor, sólo uno más del montón – dije- mientras apresuraba mi paso y me alejaba de él.

- ¿y tu aprenderás a escribir? Su voz resonó clara y nítida en mi cabeza.- No, no aprenderé a escribir.


Adriama Martinez