lunes, 5 de octubre de 2009

EL MENSAJERO



LOS NOMBRES EN PORFIRIO BARBA JACOB

A través de la biografía novelada de Fernando Vallejo, se hace latente el interés que demuestra por aquellos pequeños detalles de la vida del poeta Antioqueño. Con está información no sólo se puede enfatizar en muchos tópicos que no se conocían del autor colombiano, si no que también facilita observar la utilización de diversos nombres, catalogados de pila para el seguidor de Febo, si no que a su vez también existen diversos seudónimos. Mi tarea consiste en dilucidar el ¿ por que de aquellos nombres?

Auque usó diversos nombres, Barba Jacob según el texto de “ Fernando Vallejo”, enfatizo especialmente en dos: Ricardo Arenales y Porfirio Barba Jacob.

Poeta Antioqueño, profesor de escuela, bautizado con el nombre de Miguel Ángel Osorio. Sus primeros tiempos fueron de campesino, alpargatudo, pobre, que servía de maestro en un pueblo miserable. Joven, con sueños que ve perdidos en aquel pedazo de tierra, lejos de las ciudades importantes a las que quiere partir para ser alguien y poder escribir aquellos versos que queman su alma con la más deliciosas llamas.

Hasta ahora el muchacho es igual a cualquier otro. Llega a Barranquilla: Su primer sitio de parada, con rumbo “ el mundo”. Es en este mismo lugar donde deja atrás a Miguel Ángel Osorio el maestro paisa, quien escribía para sacar en palabras la angustia existencial en aquel pueblo perdido en el globo terráqueo para ahora ser, vivir, respirar y escribir como poeta de nombre “ Ricardo Arenales”.


En este punto el cambio de nombre auque se hace extraño es necesario no sólo para el deber de escritor si no como una nueva forma de ser “ Yo”, pero desde otro ángulo. Ricardo Arenales, es poeta. No poeta de pueblo si no de ciudad. Aspecto que marcaría gran campo en su entorno literario y existencial.

Al auto nombrarse Ricardo Arenales su pasado se evapora para aquellos que no lo conocen. Él puede renacer. Según el texto le da mucha importancia al factor pasado como si fuese ancla que no dejase seguir, pero más que al factor pasado es al terror en el circulo literario, que por otra razón se conozca su nombre verdadero y por ende quien fue antes de su llegada a Barranquilla y luego al mundo. Como si ese Miguel Ángel Osorio solo fuera a estancarlo. Por tal motivo se cambia el nombre a Ricardo Arenales y con el empieza a crear fama y exaltarse como un buen poeta Antioqueño. En cierta manera es entendible aquella actitud.

No es lo mismo ser un Miguel A Osorio ( maestro, campesino) ya encasillado en un miserable alpargatudo, que Ricardo Arenales( un hombre sin historia que puede hacer de si lo que desee, o sea crear su vida a partir de ese momento)

Otra de las incógnitas planteadas es el ¿porque no utilizo un seudónimo para escribir? la respuesta. Por lo anterior. Debía construir un nuevo mundo, una nueva historia y no lo haría llamándose igual, aunque firmara con otro nombre. Este medio ( seudónimo) fue más utilizado cuando ya había creado nombre “ de Peso” y debía cuidar no tanto su imagen si no los diferentes puestos a los que accedió, bien sea por necesidad o gusto. En todo caso A partir de aquí Miguel Ángel Osorio muere y lo sustituye Ricardo Arenales.

Luego de haber creado cierto nombre en los círculos literarios de Barranquilla la bella, el señor Arenales decide partir. Barranquilla no es suficiente para su poética. Hay que viajar, recorrer países, conocer culturas y políticas, todo esto sólo con el afán de ser mejor.

Así pues, fue que anduvo por México, Guatemala, Cuba, Nicaragua, parte de América central y sur. En cada país tenia la delicadeza de dejar bien grabado su estadía entre aquellos que fueron sus victimas en los ataques periodísticos amarillistas que creó. Una de tantas anécdotas resaltadas en “ El mensajero” sucedió aquí en Colombia, en Bogotá para ser exactos en el periódico de los Cano. Ya en ese entonces Ricardo Arenales existía como ser bautizado, aunque aun Miguel Ángel Osorio era. Luego de tener bien establecido su nombre, Ricardo Arenales, el poeta antioqueño utilizo su primer seudónimo, con el único fin de la burla.
Este fue “ Juan sin miedo” promoviendo la aparición de un duende en una de las tantas casas de la candelaria. Hay que tener en cuenta que antes de esta pesadez el periodismo amarillista no existía. A partir de este punto, Arenales se asume así mismo y la historia de la cual esta haciendo parte dejando en el pasado todo lo demás.

Como decía en alguno de los párrafos pasados, aunque Osorio hubiese cambiado su nombre por otro tan real como Ricardo . A, no significa esto nada, como lo es la primera utilización de un seudónimo, como “ Juan sin Miedo” que fue el primer reconocimiento de Arenales como ser existente en un espacio y como creativo en una gran cuidad como lo era la capital aun en esos años.

El reconocimiento de Arenales utilizando su primer seudónimo, es la muerte material de Osorio, tan lo es que ya no firma Arenales como si este fuese un apodo si no es Arenales firmado “ Juan sin miedo” aquí hay que centrarse en esa cadena de significantes, como también en la situación de burla que plantea con la historia del duende. Burla que se siente capas de hacer porque no es Osorio, un maestro campesino si no Arenales un brillante poeta. En pocas palabras Ricardo Arenales hace lo que se puede leer en el primer párrafo de la página ( 65).

“ Ricardo Arenales entrevé lo que ha de ser su vida en adelante. O que cada quien forja su destino.”

Pero con este cambio de nombre, también cambia su espíritu, su esencia. Pareciera que para alcanzar la excelses no sólo es necesario cambiar de nombre, de historia y de vida, también de espíritu. Es así pues que Ricardo Arenales, deja de lado aquellos amores inocentes de pueblo con fin de matrimonio, para la sórdida vida de un poeta grande, que entre versos poéticos y proféticos escribe, escribe, escribe entre amantes de una noche y vagabundas.

Ya periodista y escritor. Guarda las mismas obsesiones de Edgar Allan Poe. Su propia revista, comenzando por la Contemporánea y otras que le siguieron de largo. Todo este recuento para afianzar la importancia del Arenales con respecto al Osorio No se sabe, pero el destino se hubiese forjado igual para un Osorio como hasta este punto se forjo para Arenales? Nadie lo sabe.

Otro factor que influye en el camalionismo del nombre, se deba también a la inseguridad primera del poeta con respecto así mismo. Recordemos que aunque no muy anclada Osorio tenía según Vallejo dos dificultades: el origen y la belleza.

Aunque ahora estos dos factores no sean tan importantes, asumo que en su tiempo lo eran, no por un Silva bien parecido, ni un Florez de buenos modales. Osorio ni lo uno ni lo otro. En algunos apartes del libro el mismo se describe, anhelando la belleza de sus padres que no heredo.

“ Aspecto Quijotesco, brusco en sus expresiones amistosas, emprendedor y decidido, que habla de su poética con seguridad rayando en la petulancia.” Página ( 69).

“Junto a mi en estos días comió un muchacho de tan singular belleza, que no pude si no mirarlo largamente y comprender la gracia de las líneas en toda su pureza. ¡ Ser bello Dios mío!. Y que yo no lo fuera nunca. Gracias a esta piel morena, y a estos labios belfos y a está palidez mortal y terrible: Ser bello y limpiar después el alma y enriquecer la inteligencia y dar a la voluntad toda la necesaria robustez y tener hijos bellos y diligentes, para que algún Napoleón me dijese algún día: ¡ Es usted todo un hombre, mi querido Arenales!`. . . Yo no se por que extraño capricho del alfarero no herede la real belleza de mis progenitores” página (76)

“ No era física, pues no hallaba nada verdaderamente atractivo en Arenales: toda la impresión en este sentido en un comienzo fue de que era un hombre prieto, de fisonomía repulsiva.” Página ( 109).

Como se puede observar con lo anterior la seguridad física, moral e intelectual de Osorio no era muy buena, no sólo era su origen alpargatudo, si no los ademanes sociales y la belleza física que podrían hacer de su futuro un fracaso. Por tal razón cambio a Arenales, un hombre sin historia. Un hombre como cualquier otro, que nace en Barranquilla y escribe buenos versos.

A partir de esto ultimo es que se hace R. A y vive de él. El hacer buenos y profundos versos, ya los ademanes bruscos no importan pueden ser característica estrafalaria de poeta, como lo era el opio de Poe, la locura de Nerval, o las emociones fuertes de Rimbaud. La belleza ahora no era problema. Sus amigos( en cada etapa) y contemporáneos no lo valoraban por belleza si no por la gama de versos que creaba y las mujeres . . . ¡ Todas! Se conquistaban con aquellas imágenes, aquellos ritmos, esa poesía que el escribía que a falta de atracción física lo espiritual conectaba.

Ya luego de su firme presente dejo de lado las anteriores preocupaciones, dedicándose a lo que mejor sabía hacer sin quitar o poner más crédito que él, según su juicio se mereciera. Por tal motivo ya no sólo era el gran poeta colombiano Ricardo Arenales si no también, el pedante, creando con esto el principio de otro ciclo o metamorfosis: se estaba haciendo quien seria“ Porfirio Barba Jacob”.

En este cambio de sentidos terrenos, por celestiales ( excelso) se pierde la primera fase de un ser humano. Todo cambio es desgarrador, todo el mundo lo dice y es en este artista en quien se ve la mano de Febo con más nitidez, con respecto al destino que se esta forjando.

No es sólo hombre, es toda la humanidad condensada, todos los sentimientos, atrocidades que se enfatizan a medida de su desarrollo poético. Arenales es el comienzo de la desinfectación de la idea. Osorio primero, luego Arenales y Terminando con Barba Jacob, son aquel dios perdido capaz de sentir lo universal con solo observar lo finito.

“creí a los 26 años que me había enamorado de una mujer- Escribía en el pueblo en marzo de 1918 – pero meses más tarde supe que lo que yo amaba era el amor” página ( 73).

Ha muerto Osorio. Creí haber asegurado y murió, pero está muerte tiende a pesar en el poeta. Osorio es el fantasma interno que sofoca al externo “Arenales”, aunque no es mucho lo que puede hacer. Esto se observa en la imposibilidad de la escritura sentimental, no refiriéndome a versos si no a lazos. A lo largo del texto, lo público en Arenales se hace notar, es la gente, todos leen sus versos, sus escritos en periódicos y revistas, pero . . . lo privado no.

No escribe cartas a sus amigos de etapa pero si a su hermana, ella lo conoce y siempre ya sea Arenales, o Barba Jacob siempre para ella sera Osorio. Lo que no pasa con sus amigos, para ellos será Arenales o Barba Jacob, pero realmente no es ninguno de los dos. Es Osorio, pero este para los otros no existe. El enmascaramiento En Barba Jacob es un juego burlesco entre el existir y no, la única prueba son los escritos que poseen un estilo, son precisamente estos los que le dan piso a los tres personajes que existen, pero realmente están muertos.

Osorio. ¿Existió? Si. Maestro de pueblo, poeta. Arenales. ¿ existió? Si, poeta. Barba Jacob ¿ existió? Si, poeta. Los tres eran el mismo cada etapa estaba rotulada por un nombre, por ejemplo en Osorio no existían los otros, lo mismo sucedió en Arenales y B. Jacob. Lo único que comprueba la vida de estos tres personajes son sus escritos que perfilan el estilo de un solo ser ya sea Miguel Ángel, Ricardo o Porfirio.

Todo lo anterior para recordar un aparte del texto donde se ratifica el fantasma de Osorio dominando la intimidad de Arenales:

“ Ricardo Arenales, Ricardo Arenales escrito con trazo seguro y esa vieja y amplia y angulosa caligrafía que enseñaban en Antioquia. Ricardo Arenales. . . el nombre sigue resonando, contundente, al cabo de los años. La carta está hecha a máquina y sólo la firma es manuscrita.” Página ( 74).

Volviendo a la metamorfosis del poeta. Ya se acercaba el cambio a Un Porfirio. Arenales no lo era tanto y se dio a conocer ese cambio al regreso a Centroamérica habitando por un tiempo en México. Este cambio data de lo acontecido con Ludick:

“ Se habían encontrado en un restaurante Arenales y Ludick y el primero no saludo al segundo. Hizo como si no lo conociera. Luego el segundo le comento a Jorge Florez con las siguientes palabras: Arenales me ignoro por que es un desagradecido, que sólo se toma la molestia de ayudar a quien pudiera servirle. Con eso de que siempre estuvo convencido de ser el mejor poeta. “ página ( 87).

Aunque en este fragmento se puede considerar grosero el comportamiento de Arenales. Con el seguimiento que se ha hecho hasta este momento, uno se puede dar cuenta, que no lo hizo a propósito si no que esto y otras cosas hacen parte de el nuevo cambio que sufre el poeta reconocido Arenales, al desconocido Barba Jacob, que se esta haciendo, con pulida conciencia de todo lo poético.

Arenales, es pues un poeta de temporada, como lo fue Osorio un autor de Pueblo. En cambio Barba Jacob fue, es y seguirá siendo un poeta que revive todo lo infinito en finitas silabas que exaltan la profundidad humana. Barba Jacob en analogía podría ser un Dios griego creador y a la vez destructor ( pero de sí mismo).

Volviendo all tópico de los seudónimos, en la transformación a Porfirio y aun siendo Arenales el polémico y luego de tantos problemas que le trajo sus reportajes, escritos y opiniones decide ya no ser más Arenales quien escribe, para pasar a ser El licenciado Emigdio S. Paniagua quien pública : El combate de la ciudadela narrado por un extranjero. Narración que contenía todo lo que tenía que ver con la violencia entre los partidos de Madero y Huertas. En cuanto al seudónimo se dice que fue el primero que se le vino a la mente, otros dicen que fue compuesto por el nombre de su abuelo y el apellido por un campo de Colombia.

Con el Diario el “ Independiente” Arenales escribe las editoriales, que por sus opiniones virulentas gano enemigos que obligatoriamente presionaron para el cambio. Cosa que se remedio con la creación de “ Almafuerte” nuevo seudónimo de Arenales y con el que siguió el reinado de opiniones demasiado lucidas para los gobernantes.

Ya en las últimas etapas de Arenales tendía a ser cínico, crítico e insoportable así mismo su poesía subía viento en popa. Todo esto hacía parte de esa evolución a lo ideal de lo poético similar a la idea que prevalece en el Banquete de Platón.

Arenales al convertirse en Porfirio Barba Jacob, renace, como el gran poeta de los tiempos venideros, pero en cierta manera esta muriendo. Es corrupto hasta la fibra más delgada de su ropa. La enfermedad igual que a los rotulados “ Poetas Malditos” se lo come. Bien sea la física ( sífilis) como la espiritual. En este punto se puede hacer una comparación entre Osorio y Barba Jacob. El primero no es nadie, pero ama y se augura muchos años de supervivencia en un pueblito que nunca aparece en el globo terráqueo como quien dice un cero a la izquierda. El otro, Conocido en otros países y superviviente en el tiempo, putrefacto, sifilítico, viejo, Cansado y por compañía un joven muchacho, que no es amante, ni hijo. Sólo un muchacho que lo sigue abiertamente porque así se debe forjar su destino. Ambos hombres son el mismo.

En conclusión la utilización de los diversos rótulos de identificación, es la manera material en que se puede reconstruir no sólo la vida de este autor, si no también su evolución poética y en cierta manera ese miedo humano a lo que le depara el futuro “ Su destino”, que puede ser cambiado por una u otra variante genética ( aquí lo genético esta dirigido al aspecto de origen material no celular).

Barba Jacob en cierta manera es semejante a Edipo en cuanto a que ambos quisieron ir contra su oráculo. El primero supo desde el comienzo que ser maestro de pueblo no era lo que quería, su vocación era poeta. Se fue de su pueblo, cambio su nombre las veces necesarias y triunfo hasta nuestro días. El segundo huyo de casa, mato a su padre, caso con su madre, se arranco los ojos y murió ¡ No siempre se gana!. Pero ambos fueron dueños de su destino aunque ambos tuvieran muertes distintas, el primero esencial y el segundo física.


En cuanto a los seudónimos, sólo son el medio para afirmar la existencia de sus tres personajes y sus diversas historias. Cada cual con su personalidad pero con el mismo estilo. Un loco iluminado por la luz de Apolo y las nueve musas, un loco que no lo era tanto. Tan sólo era un Mantra con equivocación de época, país y oficio. Un escritor excéntrico que sin fumar opio, o escribir a la fealdad de unas flores del mal, evolucionaba ritmo, tal vez métrica y significantes y significados para originar tantos buenos y viscerales versos como:

“ Hay días en que somos tan móviles, tan móviles
Como las leves briznas al viento y al azar.
Tal vez bajo otro cielo, la gloria nos sonríe.
La vida es clara, undívaga y abierta como un mar “

Canción de la vida profunda
Porfirio Barba Jacob

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