martes, 16 de junio de 2009

Bendice Dios y Estado a los suicidas por que permiten que tu rebaño continúe creyendo


“Bendice Dios y Estado a los suicidas por que permiten que tu rebaño continúe creyendo"


Últimamente el suicidio ha pasado por mi mente varias veces y todavía me resisto a la idea de llevarlo a cabo. “No es tiempo” me digo a mi misma, pero no lo descarto por completo. Por que no, tal vez en unos siete o trece años cuando un día como hoy me levante con ganas de volarme la tapa de los sesos. Pero para esa época no lo estaré predicando, porque sé que no lo haré ahora, aun tengo motivos por los que quedarme en está mierda de mundo y uno de ellos es aprender las mil maneras de utilizar la coma, el punto seguido, aparte, guión y demás caracteres hijueputas que se inventaron los gramáticos para evitar que un pobre suicida decida postergar su muerte por ser incapaz de escribir o dar a entender una misiva de despedida para los conocidos.

Aunque la gramática no es lo único que me mantiene atada o atado ya hasta es difícil expresarme, cualquiera que leería este documento podría pensar que es un transexual escribiendo o aun peor un hermafrodita que no sabe que identidad tomar, si quedarse con la verga o con la cuca. Personalmente me quedaría con ambas, ya va siendo tiempo de salir del closet y que todo el mundo sepa que no soy heterosexual.

¡Bravo, bravo! Lo he sacado como un escupitajo de mi garganta no soy heterosexual. Normales tiemblen ante mi presencia. Homosexuales santígüense, soy el demonio en persona, Satanás surcando los paraísos del placer donde cada uno de ustedes según tendencia temen ir o lo aborrecen. Soy el Leviatán de los sexos. Una simple titulación “Hola Todos soy Adriana la bisexual” me gusta tirarme los pitos y las cucas ¿y que? “ya se, ya se” Dios lo condena al igual que la sociedad y también Tu lector que en los pecados ajenos te regocijas porque entre más sal agregues a la herida abierta y pestilente del prójimo, el sufrimiento suyo limpiará tus culpas ¡Sarnoso!

Alguna Vez escribí que el hombre perfecto sería una mujer con pene, pero para muchos es algo antinatural pero para otros como yo muy placentero, poder surcar dos montañas suaves y perfumadas en donde se levanta un dulce y gozoso pezón que con cada tierno mordisco se yergue dando disfrute a la boca que le da placer. Recorrer un estomago y saborear caminillos de un ombligo que se sumerge entre sudor y saliva mientras unas caderas se contonean y así llegar a su monte el mío por propiedad y anatomía, recuerdo su nombre Claudia mi primera vez, hilos de oro sobre su Venus, piel tersa y miedo al que dirán, los hombres la llamarían calienta huevos, yo calienta corazones y desvirgadora de inocencia mi primer beso, mi primera vez, mi primer amor. ¡Vaya mierda con este lesbianismo! Te prometen y luego te salen con un chorro de babas, elixir sagrado, dulce ambrosia en la que termina el orgasmo y después nada, besuquearte con el mismo tipo sangrón que lo máximo que ha hecho es la bluyineada nocturna luego del cine, unos besos babosos, el limpia lenguas y ¡vamos! Con ese beso ni para que te lavas los dientes, para que meses después termines con ese gran palo dentro de ti y puedas sentirte mujer. Al menos eso aun dice mi abuela, mi madre y tía y claro todas las mujeres de casa. ¡Hay que pensarlo! Sentirse mujer por tener una verga adentro, eso daría para una larga reflexión. ¿Los homosexuales se sienten mujer?, ¿Las monjas no se sienten mujeres? ¿Sólo se es mujer si tienes un pito dentro? ¿Las burras y las ovejas que vienen a ser entonces? ¿Mujeres también? Asumo que las anteriores las resolveré una noche de insomnio, cuando las preocupaciones y los problemas no me dejen dormir bien.

“Ya llevo dos manzanas engullidas” Lastimosamente debo decir que me enamoro fácil de las mujeres, pero sexualmente soy más compatible con los hombres. Si existiera un mundo bígamo yo sería feliz. Pero como no lo hay, tal vez por ello quiero volarme los sesos y hacer una salsa a la Concine suize. Las mujeres llenan mi vida, no por nada vengo de un amplio matriarcado “el complejo de Edipo” pero a la inversa diría Freud, no sería el de Electra aunque de eso también padecí algún tiempo como todo ESCRITOR que se respete debe desarrollar alguna psicopatología con la cual los críticos y demás relacionen su obra literaria.

Ya perdí la cuerda ¿Por que termine hablando de psicopatología y lesbianismo bisexual? Ya recuerdo, por que estoy deprimida y no he programado una mapa mental para escribir mis anécdotas con la muerte, el amor, las relaciones y las inconformidades que siento al ser yo y no otra persona.

Quiero encontrar a Dios, ese es otro dilema en la vida. Estoy tocando fondo. Aunque miro mi vida y luce como el maravilloso mundo de Barbie sólo que sin Kent y unos 20 kilos de más, los perros han crecido y todos los finales de mes Teresa, Cristel y las demás armamos orgías que ya no sabemos ni que hacemos, ni con quien tiramos o aun peor quien nos tira, tan sólo bebemos y horas después amanecemos con las rodillas en la nuca con los mismo deseos de tomar y tomar hasta que el hígado se revele. La única diferencia es que no soy Barbie, mis amigas no son Teresa y Cristal y por convencimiento soy semi-abstemia, por ende ¿que me queda? La presencia de Dios en mi colorida vida. “Ando buscando a Dios ¿Donde lo puedo encontrar? Eso me recuerda las primeras monjas de mi vida espiritual “Dios se encuentra en la iglesia” recuerdo que la madre Delfina me dijo alguna vez que estuve indagando sobre Dios. Definitivamente la infancia es bendita, terminas por creer todo lo que los adultos te dicen, por eso te vuelves un idiota los primeros 18 años de tu vida y los siguientes son sólo la reafirmación de la vida que llevaras el resto de tu existencia. ¡Despierta pusilánime! Te invito a mi paraíso aquí sólo encontraras desazón, pero sonríe, debes estar feliz, te liberaste del rebaño le estas dando campo a otros borreguitos para que sigan sus dosis personal de heroína la religión.

Mi problema Dios mío, es que me busco fuera de mi y no me encuentro, yo existo dentro de mi igual que tu, por eso ¡ Despierta! No existes yo te cree y debo morir por mi desacierto.
Adriana Martinez

2 comentarios:

lestrigon dijo...

Dios no te da vida, si crees que así va a ser. Para creer tienes que tener una imaginación enorme, esa imaginación colosal a la que llaman fe. Por mi parte puedo decirte que mi imaginación no me lleva a dejarme engañar por mi mismo. El suicidio es el alimento de cada día y si además tú, siendo mujer, le has aderezado el bisexualismo, que mejor camino a la muerte has planeado. Pero también te diría, disfruta primero de tus frugales bondades y luego, cuando se agote el pábilo de tu vela, usa lo que quede de luz para escribir tu historia en la voz de otra. Felicidades por tus dilemas que te hacen más real.

mag dijo...

hermana, te invito a buscarte en el taoísmo

hermana...